17 de octubre
A Darwin Passaponti y Francisco Ramos.
En aquella primavera,
cuando los naranjos, los gremios y los cerezos,
aún estaban dando sus primeros frutos,
al embajador británico en el Río de la Plata
una violenta alergia lo invadió,
y una comisión interna y sus delegados,
le brotaron en medio de sus torcidos dedos de pirata.
Fue en ese mismísimo instante,
que los corredores bursátiles
corrieron enloquecidos,
chocándose como moscas entre sí,
y a las Damas de Beneficencia,
un síncope les dio en coro, al notar,
que desde el fondo de sus tacitas de té,
desde las profundidades mismas de sus fonolas,
y por debajo, incluso, de los parquets,
no paraban de brotar, invadiéndolo todo,
miles y miles de negros que,
refrescaban sus patas
en los bordes de los Martinis,
devoraban los inmensos canapés, y,
conquistaban los carnosos labios de sus hijas.
Fue entonces que,
las paleolíticas paredes
del Jockey Club y la Sociedad Rural
se estremecieron de espanto al escuchar,
aquella maravillosa y primaveral música que
en tan sólo una palabra se resumía,
-siéndola todas a la vez-, y,
en tan sólo un hombre se sintetizaba,
-siéndolo todos a la vez-
hasta que los finísimos bigotes de los banqueros,
marcaron la hora exacta de su pavura, y,
otra vez florecieron,
las rosas y las estrellas federales,
los claveles y las fotias,
las amapolas y los obreros de la carne,
y durante años la primavera se perpetuó
siendo justa, libre y soberana.
Ay! del oligarca cuando la Patria florece...
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¡¡¡Extraordinario!!!
ResponderEliminarSubversivo...
Muchas gracias, compañero!
ResponderEliminarLo extraordinario siempre es subersivo
Abrazo!
DANO.-
Muy bueno Dano, hagamos todo lo posible para que la raza oligarca explotadora de los pueblos desaparezca.
ResponderEliminarMuy bueno !!
ResponderEliminarSaludos!
http://pensamientosenelahora.blogspot.com
Qué bella manera de definir una contradicción histórica: Ay del oligarca cuando la patria florece!... Podría ser un verso de Marechal, de veras!
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