Ha caído un guerrero
al polvo milenario,
otra luz se ha apagado en la espesura;
calla la noche, llora el mar, los ríos
se arremansan, el árbol
se hace tinaja de barro y se despierta,
vuelve a la tierra el pájaro guerrero,
jaguar dorado, hermano
de mi raza, retoño
del viento equinoccial y de la arena.
Ha muerto otro guerrero infatigable,
ha caído un relámpago del cielo;
muerto está, entre los muertos de la tierra,
y nunca volverá,
pero en la empuñadura de su asta libertaria
arderá, entre los muertos, para siempre.
Como antorchas encendidas
en la noctámbula selva boliviana
ardieron tus ojos,
tus ojos que brillaron victoriosos
en la guerra secreta de tu alma.
Las apagó la lluvia
de un plomo arrancado del vientre mineral,
y, ni aun extinguidas las antorchas,
dejaron de brillar mientras morías.
Ahora que te has ido,
ahora que los muertos te protegen
y resumen sus muertes en tu vida,
ahora que los vivos te han matado,
y se les fue la vida con tu muerte,
ahora que en el seno de la tierra
alimentas los árboles del pueblo,
cuéntales de tu lucha a los mayores,
a Tupac Amarú, a Cuauhtémoc
a Lautaro y Atahualpa, enséñales
que la lucha del pueblo sigue viva,
háblales de Rulfo,
de tu hermano Fidel, de Nicolás,
de Onetti, de Vallejo, de Cortázar,
de Allende
y háblales también de nuestro Pablo,
cuéntales de sus cantos y tormentos,
diles que los reciban
en sus palacios de oro,
cuéntales cómo amaron
la tierra que te cubre.
Cuéntales de tu lucha libertaria,
del Titicaca, dile a Manco Cópac,
háblale de Cuzco y Macchu Picchu,
y del Anciano hombre de los cielos.
Comandante Jaguar, guerrero nuestro,
encendiste nuestra vida con tu muerte
y venciste a la muerte con tu vida,
nos llenaste de fuego y de futuro
con tu estrella elegida,
y alumbraste el camino de lo oscuro
burlando nuestra suerte
nos enseñaste la raíz del árbol nuestro,
y a curar con tu sangre nuestra herida.
¿Cuántas muertes cupieron en tu muerte,
Puma guerrero de las sierras y los montes,
vencedor de las sombras y el olvido?
Dale luz a la luna y a tu estrella,
dale fuego al galope de tu pueblo...
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