A las que perdieron el alma, luego la vida.
No, no quiero despertar aquí
en esta cuna de infiernos
y torbellinos de mugre
donde las paredes respiran sangre
y las puertas nunca quedan abiertas.
La luz que se filtra
se la traga el odio
y las lagrimas salpicadas
se vuelven salitres
Caigo aquí una noche de sueño
y soy vendada por gritos y risas
ya en plena lucha con la nocturnidad
soy manoseada por las palabras
y arrinconada entre demonios.
Ya he sido amasada por los días
electrificada por las noches
vertida desde una cama a otra
apaciguada
aguada
y devuelta al vació.
Ya he olvidado mi lugar
mis días de felicidad
mis tardes de zoológico
atrapada en tus sonrisas
y riendo en cámara lenta.
Las imágenes
los videos que se repiten
los labios compartidos
los anulares desprendidos
y la carcomiente soledad
de perderte y no verte
y de olvidarte vacío.
Y aquí estoy
envuelta en una manta de llamas
ellos me devoran cuando desean
y aun no aseguro que voy a darte un padre
aun no aseguro que voy a devolverte al mundo
porque aquí en el infierno
las almas caminan sin cuerpo
y los cuerpos se amontonan
entre las grietas de las paredes.
Y dejo aquí mis esperanzas
en estas lineas
y las entrego a cualquiera que las ame
o las recuerde.
Por Marcos Di Trana
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