eres tan hermosa,
como un helicóptero cayendo en llamas
/con toda una tripulación
/de marines estadounidenses.
como los derrumbes bursátiles,
o el repentino estallar de los monóculos en primavera.
como cuando de miedo se crispan las galeras,
y de un amarillo violento y profundo se tornan
/los desesperados ojos de los acaudalados.
como cuando en mil pedazos volando
-cual fugaces y etéreas islas-
las histriónicas embajadas desaparecen.
como un magnicidios a las doce del hartazgo,
o las catástrofes financieras,
como una reforma agraria o,
como cuando con su fugaz aleteo
las calvas cabezas de los burócratas
las mariposas fulminan.
¿Será porque tus labios me recuerdan a
una ancha y carnosa fila de obreros arrimándose
a las cálidas cercanías de una barricada?
¿o serán tus ojos ardientes como
dos llantas encendidas en medio de
/una avenida principal?
¿o será por la manera en que tu cabellera
suele desplegarse con el viento como
una inmensa bandera negra que
reparte noches a su paso?
o tal vez simplemente sea
porque te amo
como aman las ráfagas de metralla
la piel de los tiranos.
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