Ahora que hay descanso y un cigarrillo
en tus labios llora gris tus suspiros.
Ahora que son tus ojos como tiros,
perros buscando a rayos mi apoliyo.
Escribo para derrotar la ausencia,
sangriento ministerio neoliberal
en cuyas manos bien come el animal
y pierde el hombre el pan de su esencia.
Así es de feroz el fuego de tu boca
como un incendio, una privatización
que tirana mi rebelión provoca
disturbios lanzan palabras sin dientes
para que antes de que al trabajo vuelvas
caigan de tu lengua mil presidentes.
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