Teoria
"Combatir desde la cultura como fuerza organizada y no desde individualidades fragmentadas”
El Bondi surge como herramienta de lucha en medio de una disputa que se da en el plano de lo cultural y en el plano de lo político, con sus consecuencias económicas y sociales[1]. Disputa que comienza desde los inicios de la fundación de nuestra Patria y que es la misma que se da en toda Nuestra América. Disputa que puede ser expresada, sin temor a caer en maniqueísmos, con
la consigna de “Liberación o dependencia”.
Desde los días de nuestra independencia de la monarquía española, pasando por las guerras civiles entre unitarios y federales, el peronismo, las décadas del ´60 y ´70, hasta nuestros días, siempre nuestro país se debatió entre dos modelos antitéticos, que pueden encuadrarse en la máxima anteriormente expresada.
Es en el marco de esta lucha por la liberación que el Bondi Cultural surge, siendo consciente de que la dependencia de nuestro pueblo del imperialismo yankee o europeo, se posa sobre nuestro colonialismo cultural, fomentado no sólo por los inmensos aparatos de propaganda extranjera, sino también, por los que ocupan el rol de gerentes dentro del aparato de dominación imperialista, que son nuestras oligarquías locales y la burguesía cipaya y vende patria. Consideramos entonces, que la única herramienta capaz de destruir estas ataduras, que por invisibles son más eficaces, es una que trabaje desde ese mismo campo, que es el de la cultura, como fuerza organizada.
Porque los mecanismos de exclusión e imposición cultural, que desde los sectores de poder nos imponen, funcionan a través de una gran fuerza organizada, que son los aparatos de propaganda o mass-media, los cuales se encuadran detrás de los intereses de clase de la oligarquía local y que están identificados, a su vez, con los intereses imperialistas en nuestra región.
Es por eso que para combatir a esta gran fuerza organizada no basta con la acción fragmentada de diversas individualidades, sino, que es necesaria otra fuerza organizada que le dispute la hegemonía y dé la lucha simbólica y política bajo los intereses del campo popular.
Y es en el marco de la vigencia de la nueva ley de medios que debemos aprovechar esta nueva herramienta y las políticas de coordinación en el campo de la cultura por parte del Estado, que los artistas y trabajadores culturales debemos armar un frente donde se puedan encausar las fuerzas que hoy se encuentran fragmentadas para dar la batalla política, cultural y simbólica que construya el relato donde nuestro pueblo pueda apoyarse en la lucha por su liberación.
El Bondi Cultural viene a cubrir, entonces, el espacio vacante que existía para la participación de quienes nos encontramos identificados con el campo popular y no encontrábamos el espacio colectivo de participación, desde el arte y la cultura, que trabaje como fuerza organizada y se contraponga a los aparatos de dominación cultural de la oligarquía y el imperio, apoyando, aquí en nuestro país, los procesos de liberación que en nuestra región se están dando de la mano de los gobiernos populares.
Es por esto que a diferencia de otros espacios culturales, el nuestro es consciente que se encuadra dentro de una disputa de intereses, tomando partido por una de las partes, que es la de los sectores populares y que su finalidad va más allá del difusionismo o la democratización del arte, ya que su fin último es la liberación misma de nuestra Patria.
Es por esto que el Bondi Cultural se encuentra enmarcado dentro de un espacio político como lo es el Movimiento Peronista Revolucionario, funcionando como frente cultural del mismo e interactuando con los diversos frentes que lo componen, como lo son el de juventud, el barrial o el de diversidad, los cuales le dan una perspectiva más integral de la realidad y un campo de acción mucho más amplio.
[1] No obviamos que, también, lo económico influye en la cultura y la política, pero es a través de éstas que los modelos económicos se reproducen y perduran en el tiempo.
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