Paredón y después?

Si desde arriba nos cae un yunque errático,
Imperio de corporaciones extendiéndose en verdes carcajadas

Y tenemos bajo el brazo el pan del hijo amanecido
El pan manoseado por manos invisibles
por inversiones financieras,
eléctricas
como picanas.


Dejémonos oír en la tierra dejémonos oírla
sus voces de milenios ardientes, su cara de sangre reseca
Imagino sus fuegos y nos bailan en los ojos
columnas de protesta,
asambleas populares

nuestras manos cantan fabricas autogestivas.



Pero sentimos vibrar otra vez sus pesados pasos de calientes metales,
Son excrementos cenicientos de volcanes bursátiles,
risueños como un guante blanco.


Desde arriba nos cayó un yunque errático,
Imperio de corporaciones medrosamente verdes.


Nuestro crimen es repetir la azorada hazaña de llegar a fin de mes.

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